Partido de la máxima en Llombay entre los dos grandes aspirantes al titulo y que se presuponía muy reñido y apasionante . Sin embargo el único equipo que salió convencido de la importancia del choque pareció ser el Onda, ya que los nuestros acudieron apáticos, blandos, sin intensidad, como si tuvieran miedo a un equipo que ya les venció con anterioridad y que domino a base de fuerza y entrega la mayor parte del encuentro.
Con una formula sencilla de máxima agresividad en defensa y disparos desde fuera del área, los goles no tardaron en llegar al casillero visitante en los minutos 8 y 19 de la primera parte, lo que transformaba al salesianos en un equipo sin ideas y lo mas grave sin ambición.
Tras el descanso y con un Onda mas replegado todavía, las cosas no cambiaron demasiado y los continuos intentos del salesianos por llegar arriba se estrellaban en la dura defensa visitante, que podía con un equipo poco acostumbrado a pelear por las victorias y que pagaba su exceso de calidad y superioridad ante la mayoría de equipos de la liga.
A falta de 5 minutos para el final con 2 goles en contra y tras errar 2 penas máximas, todo parecía indicar que la imbatibilidad del salesianos iba a finalizar la víspera de S. Juan Bosco, pero quizá esta sea la única explicación para lo que ocurrió a partir de ahí.
Una cabalgada de Arenos a falta de escasos 3 minutos para la finalización del tiempo reglamentario permitió a Mateo recortar distancias y transformar a un equipo sin garra en una autentica jauría de lobos que consiguió a 1 minuto del final empatar con un disparo de Cristián que reboto en la defensa y que a punto estuvo de conseguir la victoria si un cabezazo de Jorge en el descuento acierta con la portería.
El pitido final dejaba a un Onda muy tocado por un empate que quizá no refleja el dominio visitante sobre la cancha pero que permite a los nuestros mantener la imbatibilidad y el liderazgo en la clasificación.
